jueves, 15 de octubre de 2009

ES TIEMPO DE BALANCE

Despues de las derrotas ante Brasil y Paraguay, desde este blog opinamos:

* Esperar contra toda esperanza.
* Esperar sin ánimo de revancha.


Ni los periodistas esperaron, y apuraron sus críticas destitutivas; ni Diego esperó y fue magnánimo en la victoria.

Lo que urge es redefinir la comunicación en todos sus niveles: empezando por los periodistas, que son los "verdaderos" comunicadores, siguiendo por el técnico, que es otro que tiene responsabilidad ante un micrófono, y terminando inclusos por los hinchas (y foristas especialmente), que no por anónimos pueden decir cualquier cosa. Después muchos se espantan de la impunidad, y hacen ejercicio de la misma hasta llegar a límites insospechados, como hablar de Maradona como "Maradrogna". Y pretendemos respeto del que no es respetado.

Redefinir la comunicación y acabar con los simplismos y la agitación de fantasmas.

Ahora, hablemos de fútbol. Que ayer se ganó y se logró la clasificación al Mundial. Pero claro, esas son buenas nuevas, y la ética del odio es lo que mejor manejamos en la Argentina.

1 comentario:

Sunshine dijo...

Pufffff.... el tema más hablado de la semana.
No estoy de acuerdo con el desempeño de Maradona durante la conferencia de prensa. Me pareció innecesario y altanero. Y si uno es altanero, tiene que tener con qué bancarsela.
No porque el Diego no tenga huevos pàra bancarse cualquier cosa, sino que para jactarse de su desempeño, primero su selección debe jugar bien al fútbol, como se supone que lo hacen sus jugadores cuando están por fuera de la selección.

Tampoco me parece que los periodistas se ubiquen desde un verdadero lugar crítico. El puterío es lo que más les gusta, parecen periodistas de chimentos. Ésto obviamente los retroalimenta y los hace más fuertes.

Finalmente todos alimentan una rueda de zandeces, en vez de reflexionar y pensar que lo que se viene es el mundial, y que la verdad, tenemos que prepararnos porque sino nos van a dejar el totó como una flor.

Saludos! Sóbenla! jajaja